Nuestro trabajo

A los niños también los afecta

Riñones con problemas

Por causas congénitas o adquiridas, afecta a bebés, niños y adultos cuando los riñones no logran mantener la sangre limpia de todos los desechos y toxinas que produce el organismo.

Antes del primer año de vida, Kristofer sufrió continuos episodios de fiebre, que indicaban la presencia de infecciones urinarias. A los tres año, aún no controlaba su esfínter y hasta hoy que tiene 10 años, usa un promedio de ocho paquetes de pañales al mes. Debe dializarse tres veces a la semana y pesa solamente 26 kilos, cuando su hermano gemelo ya alcanza 36. Su condición se explica por una anomalía de su vejiga, la cual ocasiona infecciones urinarias que finalmente destruyo sus riñones. La situación hace necesario un transplante, la cual espera responder prontamente.

Como kristofer, existen cerca de 400 mil casos de insuficiencia renal crónica y cada año según indica el doctor Felipe Cavagnaro, jefe de la unidad de Nefrología del Hospital Clínico de la Universidad Católica, médico tratante de Kristofer y encargado del programa renal de la Fundación Encestando una Sonrisa.

Señales para estar atentos.

Si el niño presenta alteraciones miccionales, como orinar a gotas o tener que hacer fuerza, no poder aguantarse el pipí o que las infecciones urinarias sean recurrentes, es importante preocuparse, ya que pueden se señales de un problema renal. Muchas veces, el riñón aguanta hasta último momento para avisar que algo esta mal y la rapidez con la cual avance el problema dependerá  de la causa que lo originó, explica el doctor Cavagnaro, quien agrega:”En los niños pequeños, la principal causa de la insuficiencia renal son las alteraciones neufrourológicas, por ejemplo, la ausencia del riñón o malformaciones de la vía urinaria. Son causas congénitas advertidas después de nacer o cuando el niño no crece adecuadamente, también por continuas infecciones urinarias o porque en ocasiones se palpa una masa en el abdomen causada por un riñón dilatado”.  Cuando el problema esta muy avanzado algunas señales son la hipertensión,  palidez e inapetencia. También hay causas adquiridas, por ejemplo el Síndrome Hemolítico Urémico (SHU), la glomérulo nefritis, traumas o intervenciones quirúrgicas que dañan las vías urinarias.

Cuidado con las infecciones urinarias

Detrás de una infección de este tipo puede haber una malformación, por lo que el doctor Felipe Cavagnaro aconseja siempre estudiarlas y no tratarlas. La fiebre sin causa aparente, el dolor al orinar, la orina turbia o el mal olor son algunas señales del problema. Para prevenir; es importante fomentar el aseo, especialmente en las niñas, a quienes hay que enseñarle a no limpiarse hacia delante.

La orina es un caldo de cultivo excelente para las bacterias, por lo que aguantar las ganas de ir al baño es perjudicial, ya que si entran bichos en la vía urinaria habrá más posibilidades de infección.

Tratamiento
La insuficiencia renal es progresiva y la necesidad de transplante  y diálisis surge cuando la función renal esta bajo el 15 por ciento. Cuando aún el daño es leve, el tratamiento busca suplir algunas labores del riñón.
Los transplantes tienen buenas posibilidades de llevar una vida normal, tomando drogas de por vida y con un nuevo transplante luego de 15 o 20 años. “Un gran número de los niños que llegan a la etapa terminal  de la insuficiencia crónica recibirán  el riñón de un familiar cercano, pero no todos consiguen esta posibilidad, por lo que existen listas de espera. De los más de 900 pacientes que hay en ellas alrededor de 400 son menores de 16 años”,  asegura el doctor Felipe Cavagnaro.

Otro obstáculo son los costos y por ello existen diversas instituciones enfocadas a la ayuda de los enfermos renales. Una de ellas es la Fundación Encestando una Sonrisa, cuya misión es financiar el tratamiento previo al transplante, reunir fondos para poder costear la cirugía y entregar las drogas inmunosupresoras hasta que el niño cumpla 18 años.